Oído
Oído
Susana Pumarega, DVM
Clínica Veterinaria Draco y CEVETS
El oído es el órgano donde se encuentran el sentido de la audición y del equilibrio.
Anatómicamente se divide en:
Oído externo
Oído medio
Oído interno
Oído externo
Formado por:
- Pabellón auricular (oreja) con sus músculos auriculares movibles inervados por el nervio facial.
- Meato acústico externo. Compuesto por una parte externa cartilaginosa y una parte interna ósea. Está recubierto por un epitelio que posee glándulas sebáceas y ceruminosas.
- Membrana del tímpano. Está situada en el anillo timpánico en la base del meato acústico externo. Divide al oído externo del oído medio. El tímpano es una membrana intensamente vascularizada y transmite las ondas sonoras a los huesecillos auditivos del oído medio.
Oído medio
Constituido por:
- Cavidad timpánica. Es un espacio tapizado completamente por mucosa. Esta pequeña cavidad está llena de aire, y gracias a la tuba auditiva, se comunica con las fosas nasales, permitiendo que la presión de aire contenido en la caja timpánica sea la misma que la del ambiente.
- Tres huesecillos auditivos. Se encargan de amplificar las ondas captadas por el tímpano. Forman una cadena en la cavidad timpánica y reciben los nombres de martillo, yunque y estribo. Conectan la membrana timpánica con la ventana oval y es el medio de transmisión de sonido a través del oído medio.
- Trompa auditiva: Es una estructura cartilaginosa tubular que mantiene una comunicación entre la nasofaringe y el oído medio permitiendo equilibrar las presiones a un lado y al otro de la membrana timpánica. Este aspecto es fundamental para la percepción del sonido y su ampliación en el oído medio lograda por los huesecillos.
Oído interno
Es un sistema cerrado de sacos. Se distinguen dos conductos:
- Conducto membranoso o Laberinto membranoso, que incluye:
- Laberinto vestibular: Es el órgano receptor para el sentido del equilibrio. Comprende a su vez tres partes: utrículo, sáculo y conductos semicirculares.
- Conducto coclear: Compuesto por epitelio sensorial para la audición.
- Conducto óseo o Laberinto óseo: Este conducto es la capa ósea del laberinto membranoso (forra al laberinto membranoso) y su función es la protección de este. Por consiguiente, comprende también tres partes:
- Vestíbulo o cavidad central: protege al utrículo y al sáculo.
- Canales semicirculares óseos: protege a los conductos semicirculares.
- Cóclea o caracol: en cuyo interior alberga al conducto coclear.
El espacio existente entre el conducto membranoso y el conducto óseo está ocupado por un líquido de composición similar al líquido cerebroespinal o líquido cefalorraquídeo (LCR) llamado perilinfa y en el interior del conducto membranoso se encuentra la endolinfa.
Mecánica del sonido
Cuando se produce un sonido, existe una vibración en la membrana timpánica que es transmitida a la cadena de huesecillos del oído medio. Estos huesecillos a su vez comunican esta vibración a la perilinfa. El movimiento de la perilinfa es transmitido a la endolinfa que incide sobre terminaciones nerviosas de células sensoriales y transforman esta vibración en un impulso nervioso que es procesado a nivel del SNC.
Patologías más frecuentes del oído
Otitis externa
Otitis media
Otitis interna
Otitis externa
Es la patología del oído más frecuente en animales domésticos.
Se caracteriza por:
- Dolor
- Enrojecimiento del pabellón auditivo
- Mal olor
- A veces supuración
- Ladeo de la cabeza
Según etiología se podría clasificar en:
- Otitis por cuerpos extraños (espigas, etc.) o por líquidos (agua)
- Otitis bacterianas (infecciones)
- Otitis por parásitos (ácaros Otodectes)
- Otitis por malformaciones del conducto auditivo (tumoraciones)
- Otitis ceruminosas.
Dependiendo de la etiología y del estado del conducto auditivo externo, se aplicarán los tratamientos adecuados.
Otitis media
Por lo general secundaria a otitis externa mal curada. El animal comienza a perder el equilibrio y es frecuente el desencadenamiento de una otitis interna y encefalitis.
Otitis interna
Por lo general secundaria a otitis media crónica. El animal pierde el equilibrio y es frecuente el desencadenamiento de una encefalitis.